Hay muchas pequeñas cositas que podemos hacer para minimizar nuestra huella ecológica y además comer más sano. Esto son algunos consejos:
- Ten conciencia de que los recursos no son infinitos. Intenta consumir lo menos posible de todo: comida, combustible, luz, agua, etc.
- ¡Recicla! Separa la basura, junta el aceite usado y llévalo a los puntos limpios. Hay muchos lugares con contenedores para aceite usado; suelen ser naranjas. El aceite usado, si se tira por el desagüe, WC o a la basura es EXTREMADAMENTE CONTAMINANTE. Mejor llevarlo a sus contenedores ¡o hacer jabón potásico!
- Visita los mercados de tu zona, investiga dónde puedes comprar más barata la verdura ecológica (mejor directamente al agricultor/a), pregunta de dónde proviene lo que comes, lee las etiquetas, no compres comida de muy lejos (menos petróleo para transporte = menos huella ecológica = menos contaminación). Además comprando a agricultores de la zona contribuyes a la economía de tu entorno.
- Apoya campañas que luchan por mejorar el planeta. Seguro que hay muchas en tu zona. Cada persona suma, ni te imaginas cuánto se necesita que cada persona se implique, aunque sea sólo con una firma, en este tipo de iniciativas. ¡Funcionan! Sino fíjate cuántos Ayuntamientos, por ejemplo, han dejado de fumigar con glifosato en las Islas Canarias gracias a una pequeña campaña de la que hablamos en el programa de radio… Y en la web no están todos, porque falta actualizar… ¡porque falta gente para ello, que colabore! (http://nomasvenenosencanarias.wordpress.com)
- Cuando vayas a la playa o al campo, procura dejar todo igual que lo encontraste. El papel es biodegradable, pero tarda y hace feo. Si haces tus necesidades, ¡no dejes el papel!
- Infórmate y habla con la gente: cambiando conciencias una a una cambiaremos la forma en que las personas consumen y se alimentan.
- Intenta hacer tu huertito personal, aunque sea pequeño ¡o en macetas! No hay nada más satisfactorio que comer lo que tú mismx cuidaste, además que es muy sano y terapéutico estar con la tierra, tocarla, regar, cuidar… El mejor antidepresivo.
- Intentemos rescatar los conocimientos de nuestras abuelas para curarnos con la alimentación, ¡es un conocimiento que no ha de perderse! Ya lo digo Hipócrates: «Que tu alimento sea tu medicina, que tu medicina sea tu alimento».